España cae más en el hoyo de la ineficiencia para montar negocios
6/11/2013
La posición de España en el ranking que define la facilidad para poner en marcha un negocio en nuestro país sigue cayendo en el hoyo y pasa al puesto 142 de 189. Los datos son del informe Doing Business del Banco Mundial y reflejan una caída de ocho puestos desde 2006, la última vez que se actualizó este indicador.
El Doing Business también evalúa el clima empresarial. En este caso la posición se sitúa en el puesto 52, detrás de Polonia, Colombia, Eslovaquia, Túnez, o Zazajastan, y por delante de Gaza.
El problema es grave y afecta de manera general a cualquier actividad empresarial que se quiera poner en marcha. Aunque no solo afecta a la acuicultura, este es uno de los sectores que más sufridos.
Por poner un ejemplo, en Dinamarca, que es un país que ocupa los primeros puestos dentro del ranking del Banco Mundial para crear nuevos negocios, se tramitó el macroproyecto de Danish Salmon para producir en recirculación y de manera intensiva todo el ciclo productivo de salmón atlántico hasta 4,5 kg, en 3 meses. En España un proyecto de similares características requiere varios años de trámites, y si es que finalmente consigue la licencia.
Detrás del problema hay muchos factores. Pero uno importante que suscita las críticas de numerosos empresarios está en la alta burocracia. La desidia, la aptitud y la actitud del funcionariado y el gran número de administraciones que participan de un expediente de creación de una empresa de acuicultura se convierten en un lastre insalvable.
Cualquier expediente pasa por distintas administraciones que se rebotan el proyecto de unas a otras. A veces, los funcionarios requieren a los promotores trámites innecesarios, como por ejemplo, carísimos estudios arqueológicos submarinos. En otras ocasiones se espera hasta el último día antes de que se cumpla el silencio administrativo para que el expediente siga su curso. En otras ocasiones las disputas entre distintas administraciones, por ejemplo con la Ley de Costas, ponen en riesgo el futuro de una empresa en funcionamiento y con una veintena de trabajadores. Y así se podría seguir con múltiples ejemplos más.
Recientemente, Maríaluisa Coppola ya advirtió en la última reunión del Comité de las Regiones de Europa que, es preocupante en las líneas estratégicas para el futuro desarrollo de la acuicultura la falta de referencias al papel burocrático de las autoridades locales y regionales.
Según indicó Coppola, la larga tramitación a la que está sujeta cualquier concesión de acuicultura “aleja a muchos potenciales empresarios fuera de la Unión Europea” provocando situaciones de desventaja con sus competidores a nivel mundial.
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